1 Nunca me ha gustado Bolívar. Su sacralización en las escuelas me generaba repulsa; ya en mis primeros años, cuando empezaba a cuestionar la existencia de Dios, no podía sino sentir fastidio y antipatía ante un humano a quien los profesores trataban con esa mezcla de admiración y terror —para no ofenderlo, claro, ya que …